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Rocío Santos Sánchez
21/09/2023 11:53Categoría:Madres con hijos o hijas con enfermedades o necesidades especialesNuestra historia comienza cuando mi niño cumplió 18 meses, en pleno encierro de pandemia, antes de esto él decía mamá y papá y a partir de ahí dejo de hacerlo, no miraba a los ojos, no imitaba, no comía sólido, y así, encerraditos, nos dimos cuenta que había dejado de hablar esas dos palabras y que estaba muy encerrado en sí mismo.. tirando de internet nos dimos cuenta que encajaba con autismo… fue duro en ese momento pasar el duelo en casa sin salir conseguimos ayuda enseguida telefónicamente a través de un neuropediatra y cuando pudimos volver a la normalidad comenzamos con la vorágine de trámites, valoraciones, diagnósticos y demás trámites burocráticos sin fin hasta confirmar nuestras sospechas. Mi pequeño tiene Tea. Costó asumirlo, costó asomarme a ese abismo en el que nunca había indagado pero no costó ponernos en marcha con terapias de manera privada. Mi niño a día de hoy tiene 5 años, es un ejemplo constante de superación diaria, además de ser el más risueño y cariñoso del mundo y súper inteligente. Gracias a sus terapeutas hoy es otro, las que nos podemos permitir porque hay muchas a les que no llegamos. Aún no habla, eso se perdió en el encierro, y digo aún porque tengo la esperanza de que lo conseguirá cuando él esté listo, pero toda ayuda en ese sentido nos vendría fenomenal. Un pequeño guerrero que demuestra que nada es imposible, que me ha enseñado multiples maneras de aprender, que me ha sumergido en la diversidad, y he de decir que en sus 5 años de vida me ha enseñado mucho más de lo que he aprendido el resto de la vida. Amor sin lenguaje verbal pero amor en mayúsculas y juntos de la mano avanzamos día a dia. Gran lección de vida y gracias por existir pequeño porque nos haces ser mejores personas
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